Dime qué comes y te diré qué tan fértil eres, sí ya que la dieta afecta tu fertilidad, así como la calidad de tu esperma Aproximadamente 1 de cada 6 parejas que intentan embarazarse fallan en el primer año y aunque, a nivel de la ciencia se estudian primeramente las causas en las mujeres, es cierto que 50% de las razones tienen que ver con factores en los hombres. Así que contemplando esto, te dejamos aquí algunos factores de tu dieta que pudieran estar influenciando la cantidad y la calidad de tus espermas y si es que en este momento estás haciendo arduamente la tarea, tienes que saber que, al igual que tu pareja, tienes responsabilidades en cuanto a la calidad de las semillas que siembras…
Entonces, la disfunción sexual es definida como la condición física o psicológica que evita que el hombre logre la satisfacción sexual y comprende, por ende, la disfunción eréctil, la eyaculación prematura, la pérdida de la libido y el hipogonadismo, que se refiere a que el cuerpo no produce suficiente testosterona, espermatozoides o ambos.
Para entrar aún más en contexto imagina, la ciencia plantea que en hombres que claramente no tienen problemas de fertilidad, su conteo de espermas disminuye alrededor de un 50 a un 60% solamente por vivir en una ciudad industrializada. ¿A qué se le puede atribuir esto? A la alimentación, al estrés, al ambiente, al estilo de vida.
Ahora piensa también en esto, se habla de que en hombres con sobrepeso u obesidad, estos factores pueden jugar un rol significativo en cuanto a la calidad del semen y la fertilidad. No existen guías como para aconsejarte qué hacer cuando estás tratando de quedar embarazado con tu pareja por eso, aquí te describimos algunos factores que, sin duda, están afectando tu espermatogénesis, la calidad de tu semen y la maduración de tus espermas:
¿Cómo se construye tu esperma?
Cuando un esperma sale del testículo pierde su citoplasma y queda expuesto a muchas reacciones oxidativas que lo pueden dañar en su tránsito hacia el epidídimo. Muchos sistemas también se ejecutan para estabilizar a la mitocondria generando ROS (sustancias reactivas de oxígeno) y esto lo expone aún más al daño intracelular, a lo que solamente los antioxidantes en el plasma seminal serán los que lo protegerán en su trayecto. Al mismo tiempo la composición de su membrana cambia y se incorporan sustratos sumamente oxidables a esta: los PUFA’s (ácidos grasos insaturados). Por lo tanto, se necesitan muchos sustratos que ayuden a formarlos, madurarlos y protegerlos.
¿Qué tienen que ver las grasas en el proceso?
Uno, los ácidos grasos conforman la membrana del esperma y dos, en cuanto a los PUFA’s, el contenido de DHA (un tipo de omega 3) aumenta conforme este va madurando. Y como estos no se producen endógenamente en el organismo, requieres obtenerlos a través de la dieta incluyendo semillas, aceites vegetales y de pescados, así como en animales marinos. Por otro lado, existen las grasas Trans que se encuentran en productos procesados normalmente, que se han asociado a una mala calidad del semen, conteo bajo de espermas y en estudios en animales han disminuido la producción de testosterona, además de reducir y promover la degeneración de la masa testicular. Te sugerimos leer las etiquetas de los alimentos y si dicen que las contienen o con aceites parcial o completamente hidrogenados, ¡descártalos!
Escoge una dieta rica en antioxidantes
Estudios revelan que incrementan la calidad del semen y la movilidad de tus espermas. La vitamina C (frutos rojos, cítricos, brócoli, piña, papaya, pimientos, verduras de hoja verde…) se considera el principal antioxidante en el plasma seminal mientras que la vitamina E (aceites vegetales de cártamo, maíz, trigo; frutos secos como semillas, hortalizas y productos enriquecidos) neutraliza los ROS en la formación del esperma.
Factores de la infertilidad
Además, también se ha considerado la hipótesis de que ciertos factores dietéticos pueden funcionar como vehículos de químicos y toxinas que conllevan a infertilidad, ya que pueden tener efectos antiandrogénicos o son pro-estrógenos y, por consiguiente, pueden dañar a tus espermas, de ahí la importancia de la dieta en la fertilidad.
Las isoflavonas en la soya y sus derivados
Estas se pueden unir a receptores de estrógenos y la evidencia aún es incierta en los humanos, ya que hay estudios que plantean que pueden aumentar la cantidad de espermas y su motilidad y otros que dicen todo lo contrario. Sin embargo, un estudio en asiáticos demostró que a mayor concentración de isoflavonas en la orina menor conteo y movilidad del esperma, además de una mayor infertilidad idiopática.
Las hormonas en los lácteos y las carnes
Ya sean añadidas naturalmente (como en los lácteos por las vacas embarazadas) o en las administradas para el crecimiento del animal (como en las carnes), se ha encontrado que los hombres con una ingesta alta de estos productos tienen más estrógenos y menos testosterona, hormona folículo estimulante y luteinizante. Aún los estudios son inconclusos, pero se refiere menor afectación al consumir lácteos descremados. En cuanto a las carnes, los estudios aún son inconsistentes.
Los metales pesados en los pescados
Aunque los pescados son benéficos como mencionamos anteriormente, los contaminados con metales como el metilmercurio al parecer afectan negativamente la salud reproductiva.
Los pesticidas en los frutos y en los vegetales
Alimentos menos expuestos a pesticidas como aguacate, cebolla y frijoles se asocian a un semen saludable. Alimentos con mayor exposición a estos químicos implican más riesgos y provocan todo lo contrario (las fresas, las espinacas y las manzanas, por ejemplo).
Tus propios patrones dietéticos
Dietas como la mediterránea u otras ricas en carnes blancas, granos, frutas y verduras y lácteos descremados se asocian a un semen de mejor calidad. Si incluyes comidas ricas en grasa saturadas, azúcares simples, carnes rojas y demás no son tu mejor opción para conseguir la fertilidad.
En conclusión, una dieta más saludable mejorará positivamente tu salud reproductiva en todos los aspectos. Cuida por lo tanto también la calidad de tus alimentos.