Los primeros estudios de las características de la disminución de la reproducción mostraron una pérdida continua de los folículos ováricos a partir de aproximadamente las 20 semanas de edad gestacional. Sin embargo, los estudios en ratones han mostrado que puede haber una foliculogénesis postnatal.
La senescencia de la función ovárica y su efecto sobre el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal ha sido ampliamente estudiada en pacientes con fertilización in vitro. Se han desarrollado muchas pruebas para estudiar la reserva de los ovarios, como la medición de la FSH folicular temprana y las concentraciones de la inhibina B y el número de folículos ováricos, evaluados mediante la ecografía transvaginal (recuento de folículos antrales).
Muchos investigadores han valorado estas pruebas para la predicción de la respuesta ovárica a la estimulación hormonal, y el recuento de folículos antrales y las concentraciones de la hormona-antiMülleriana un nuevo marcador endocrino producido por folículos preantrales antrales primordiales¾parecen ser más promisorios.
A diferencia de la FSH, las concentraciones de la hormona anti-Müllereriana no son afectadas por la variación cíclica, por lo que el análisis de esta hormona parece ser la prueba más directa y precisa de la insuficiencia ovárica. No hay ninguna prueba de cribado que se pueda utilizar sola para medir con precisión el pool residual de los folículos primordiales y predecir la vida reproductiva de una mujer.
Aunque en la mayoría los casos la causa primaria de la deficiencia del ovario no está bien definida, por lo general, el trastorno se plantea como una disfunción ovárica o el agotamiento folicular. La evidencia directa del agotamiento del pool de folículos restantes puede estimarse en forma confiable mediante la evaluación del número total de folículos en los ovarios después de la ooforectomía.
Como método diagnóstico, las pruebas morfométricas de las muestras de biopsia de ovario han sugerido medir la reserva folicular ovárica en pacientes con tumor primario de ovario insuficiente. Sin embargo, otros investigadores llegaron a la conclusión que el análisis de las muestras de biopsia laparoscópica no pueden ser utilizadas para predecir la distribución folicular en la corteza ovárica.
Hasta el momento, no hay estudios prospectivos que investiguen el valor potencial de tomar muestras de biopsia de ovario en mujeres en riesgo de insuficiencia ovárica primaria. En ciertos casos de disfunción folicular, hay suficientes folículos ováricos pero sin función.
Por ejemplo, la insuficiencia ovárica primaria puede estar causada por mutaciones en FSHR, que codifica el receptor de FSH. Por otra parte, la destrucción de folículos primordiales por agentes tóxicos, la respuesta autoinmune, la activación de las vías proapoptósicas o el reclutamiento folicular acelerado pueden provocar el agotamiento prematuro de la reserva de folículos primordiales.
En la última década, ha aparecido información acerca de los genes asociados con las vías de la atresia y la supervivencia celular en los folículos ováricos, tanto en los mamíferos como en los seres humanos. Aunque hay muchas mutaciones de genes y agentes tóxicos que son perjudiciales para los ovocitos, la asociación entre la mayoría de estos factores y su papel en la función ovárica y la insuficiencia ovárica primaria queda por explicar.