México, DF.- Entre el 15 y 25 por ciento de las parejas que por años han buscado engendrar un hijo auxiliados con técnicas de reproducción asistida, concluyen el embarazo con gemelos.
Ranferi Gaona Arreola, director del Centro Especializado en Esterilidad y Reproducción Humana del Hospital Ángeles de México, explica que la infertilidad tiene como alternativas métodos reproductivos de alta complejidad, en los que, por ejemplo, se estimula la producción de más óvulos para fecundar varios de ellos y poder transferir dos o tres embriones.
“El embarazo gemelar ocupa el 25 por ciento de los embarazos logrados por reproducción asistida”, estima el especialista.
Pero, esperar uno y recibir dos o más implica muchos más cambios y procesos de adaptación en la pareja, que debe ajustar desde el presupuesto hasta la organización para cuidar de los pequeños.
En general, las parejas que por mucho tiempo esperaron concebir, reciben bien la noticia de que serán padres por partida doble, dice Ranferi Gaona Arreola, director del Centro Especializado en Esterilidad y Reproducción Humana del Hospital Ángeles de México.
Aunque, conforme avanzan los meses de gestación, comienzan a sentir cierta preocupación porque saben que los embarazos gemelares no llegan a las 40 semanas, tiempo normal de un embarazo único.
“Los bebés nacen en la semana 37, esto genera un riesgo de amenaza de parto prematuro que puede tener consecuencias respiratorias o de ocupar terapia intensiva, pero cuando llegan a la semana 37, tienen una alta probabilidad de nacer bien”, explica.
Los bebés de embarazos gemelares suelen nacer con bajo peso, entre 2 a 2 kilos 300 gramos, en comparación con un embarazo único donde el bebé llega a pesar hasta 3 kilos.
“Uno de los retos que tenemos en los centros de reproducción es evitar embarazo de alto riesgo, por eso las tendencias es decidir cuántos embriones colocar en el útero de la mujer. La meta futura es colocar sólo un embrión, pero la probabilidad de embarazo con un solo embrión hoy es de apenas 10 por ciento”, señala Gaona Arreola.
En países europeos, indica el especialista, por ley se establece la transferencia de un solo embrión. “Necesitamos una legislación que establezca el número de embriones necesarios, porque no es lo mismo en una mujer de 35 años que en una de 37″, detalla.
Carlos Tapia, gerente médico de Biotecnología de Merck Serono, explica que este tipo de embarazos dependen del número de embriones que son transferidos.
“Generalmente el médico prefiere pasar entre dos o tres embriones porque no todos se implantan en la matriz. La posibilidad del embarazo gemelar es de alrededor de 15 por ciento de los casos manejados”, comenta.
Según los resultados del Primer Censo del Mercado de Infertilidad en México, presentado por la farmacéutica e Ipsos HealthCare, entre 15 y 17 por ciento de las parejas mexicanas sufre infertilidad y sólo dos de cada diez acuden a tratamiento.
De acuerdo con los resultados, en 2012 se llevaron a cabo en México más de 82 mil procedimientos de reproducción asistida en clínicas de fertilidad, que suman 71 en el país.
Alberto Kably, investigador del Centro Mexicano de Fertilidad, recuerda que a finales de la década de los 80 estos procedimientos tenían una tasa de éxito de 15 por ciento y ahora es de 50 por ciento.
“En las técnicas de reproducción asistida, hasta 15 por ciento de los procedimientos resulta en embarazo de gemelos y 0.5 de más de dos niños, aunque esto tiende a ir disminuyendo”, estima.
El fundador del Centro Especializado para la Atención de la Mujer, lamenta que México lleve al menos 20 años de rezago legislativo, pues no se ha creado una ley de reproducción asistida.
Aimée Castillo, psicóloga, calcula que entre 25 a 65 por ciento de los pacientes sometidos a tratamientos de reproducción asistida registran en algún momento síntomas clínicos como ansiedad, depresión, desesperanza, culpabilidad o baja autoestima.
Esos síntomas tienden a agudizarse cuando las parejas tienen embarazos gemelares o múltiples, pues quienes desean un embarazo no siempre son conscientes de las complicaciones que conlleva este tipo de gestación, tanto para la madre como para los bebés.
“El problema más frecuente es el parto prematuro, lo que se produce en más del 50 por ciento de los embarazos con más de un feto y que puede causar trastornos del desarrollo psicomotor en los niños, especialmente en los que se consideran grandes prematuros”, detalla.
Por estas y otras razones, los especialistas recomiendan que se transfiera un solo embrión, para disminuir el riesgo de un embarazo múltiple.
“He tenido muchas pacientes que entran en cuadros de ansiedad por todo lo que implica someterse a tratamientos largos para tener un bebé y recibir dos o más”, comenta Castillo.
A los problemas anímicos se suman los problemas económicos, pues se trata de darles atención, cuidados y proveerles de todo lo que requieran.
“El costo es doble o triple, además de la atención que requieren”, dice.
Recibir la noticia
Por más antecedentes genéticos o tratamiento de fertilidad al que se sometan las parejas, está claro que la noticia de estar embarazados de gemelos o incluso de más bebés, siempre es una sorpresa.
Además de la ilusión, uno de los primeros pensamientos que pasan por la cabeza de las parejas es todos los gastos que implicarán los recién llegados.
Después de siete años de matrimonio y varios intentos de inseminación, Mónica y su esposo optaron por un proceso de fecundación que nueve meses después les regaló a sus dos pequeñas hijas.
“Mi ilusión siempre fue tener gemelas y sabía que por el procedimiento tenía la posibilidad de tener dos o tres, pues en la clínica a la que asistí me explicaron que me implantarían dos o tres embriones con la esperanza de que alguno de ellos pudiera desarrollarse”, explica.
Cuando se hizo el procedimiento, esperaron 15 días para ver si los embriones se habían implantado, pero Mónica ya lo presentía, porque comenzó a tener muchísimo sueño. Sus bebés nacieron el 26 de diciembre y la familia está más feliz que nunca.
Mónica, quien tuvo que dejar de trabajar para dedicarse a la atención de las bebés, reconoce que los cambios con su pareja han sido para bien, porque cada quien se encarga de una.
“Económicamente ha sido un poco difícil, desde los ultrasonidos que cuestan más si son para gemelas, además de una enfermera por la noche, pañales, ropa. Comprar todo ha sido doble”, narra.
Sin embargo, la familia se las ingenia para economizar con pañales de tela, que además de ser ecológicos, evitan gastar dinero, porque al día las niñas requieren un promedio de 16 pañales.
Desafortunadamente, la noticia de tener en un solo embarazo más de un bebé no siempre es asimilada de la mejor manera por las madres.
Carolina, de 45 años, se sometió a un proceso de fertilización en el estado de Hidalgo y después de un embarazo de alto riesgo, tuvo trillizos.
“Yo estoy enojada con los doctores, porque sólo quería tener un hijo, no tres. Había decidido ser madre soltera, pero cuando llegaron tres, las cosas han sido difíciles”, relata en entrevista vía telefónica.
A partir de la noticia de su embarazo múltiple tuvo que asistir a terapia psicológica, porque al principio no aceptaba la noticia y después de un parto complicado entró en una depresión.
Como madre soltera embarazada sintió que tenía que hacer todo por sí misma, por lo que no sería una carga para su familia.
“Estaba decidida a hacerlo todo por mí misma y no pedir ayuda, pero me quedé física y mentalmente exhausta. Le mentí a mi médico cuando me hicieron preguntas acerca de cómo me sentía, porque pensé que yo debía manejar las cosas mejor de lo que lo estaba haciendo, pero fue un error”, dice.s trillizos tienen ahora cuatro años y Carolina ha logrado tener una rutina donde trabaja y disfruta a sus hijos con la ayuda de su familia.
“Mi recomendación a las mujeres solas que quieran tener bebés es que busquen una clínica donde sólo les implanten un embrión, que se los garanticen o que se preparen económica y moralmente”, recomienda.
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