En la última década, en Córdoba, el total de nacidos se incrementó 17%. En el mismo período, el aumento en la cantidad de bebés de mujeres de 35 años o más fue de 37%.
Es una tendencia en todo el mundo que se replica en Argentina y en Córdoba. Las mujeres, en especial las de nivel socioeconómico medio-alto, estiran el momento de ser madres y cada vez son más las que deciden tener un hijo pasados los 34 años.
En los últimos 10 años, la cantidad total de nacidos vivos en Córdoba creció 17 por ciento (10 por ciento en Argentina). Pero si se pone el ojo en la edad de las madres, y se toma el segmento de las de 35 años o más, la cifra pega un salto: se va al 37 por ciento (20 por ciento en Argentina).
Es decir, en 10 años los nacimientos de niños con madres de 35 años o más crecieron el doble que los nacimientos totales.
En números absolutos, en Córdoba, en 2010 nacieron 8.264 bebés de madres mayores de 34 años, lo que representó 14 por ciento del total de nacimientos; mientras que en 2001 fueron 6.014; es decir, 12 por ciento del total de nacimientos.
Problemas biológicos. Las clínicas de fertilidad atienden en sus consultorios a muchas de estas mujeres que postergan la maternidad y deciden tener un hijo más cerca de los 40 que de los 20.
Es que si bien crecieron las múltiples exigencias y proyectos profesionales y de placer –laborales, académicos, turísticos–, lo biológico no ha seguido la misma evolución.
“El 60 por ciento de las pacientes que tenemos son mayores de 35 años”, cuenta César Sánchez Sarmiento, ginecólogo y jefe del área de Medicina Reproductiva de Nascentis.
Y agrega: “Existe un choque entre el período biológico óptimo versus el deseo de prosperar profesionalmente, de estudiar, de viajar. Esto hace que en el mundo las familias sean más chicas y que aumenten las dificultades para concebir”.
En este sentido, José Pérez Alzaa, director médico de la Clínica Fecundart, explica que la mujer pierde los óvulos con el tiempo. “Entre los 35 y los 37 perdió los mejores y ya no tiene ni la misma cantidad ni la misma calidad”.
Riesgos y beneficios ¿Cuáles son los riesgos de concebir más tarde? Hay más posibilidades de abortos espontáneos, de partos prematuros y de que el niño nazca con síndrome de down, advierten los especialistas.
Pero, por otro lado, “hay estudios que dicen que las madres mayores de 30 educan mejor a sus hijos porque han vivido más cosas, valoran otras cuestiones y son más responsables”, asegura Sánchez Sarmiento.
Cómo estirar el tiempo. De a poco, se va haciendo cada vez más común que las mujeres que están alrededor de los 35 años congelen sus óvulos, se trata de mujeres que no tienen proyectos inmediatos de ser madres pero sí el deseo de serlo en el futuro.
“Lo ideal es hacerlo antes de los 35 años. Las mujeres que vienen para vitrificar (una técnica de congelamiento) sus óvulos están muy informadas, pero no existe a nivel general la información suficiente sobre esta posibilidad. Hay muchas consultas pero no son tantas las que llegan a hacerlo”, cuenta Pérez Alzaa.
El tratamiento para vitrificar óvulos cuesta entre ocho y diez mil pesos.
Eso supone un tratamiento hormonal para estimular la ovulación antes de hacer la extracción.
Además, hay que pensar en unos de 300 dólares anuales para mantenimiento.
Jóvenes y sin educación. A pesar de que en algunos sectores de la sociedad la maternidad se posterga debido a las mayores aspiraciones académicas y profesionales; lo cierto es que en una década no mejoró la tasa de maternidad adolescente y que las madres de la mitad de los niños nacidos en 2010 no terminaron el secundario, según publicó este diario el 16 de enero pasado.
Secundario sin terminar. Con más precisión, las madres del 56 por ciento de los bebés nacidos en 2010 no tenían estudios secundarios completos (en la provincia de Córdoba, 48,6 por ciento). Es decir, no completó la educación obligatoria. Los datos son del Ministerio de Salud de la Nación.
Adolescentes. A la vez, las madres del 14,8 por ciento de los bebés nacidos en Córdoba son menores de 20 años. La tasa no mejoró en toda una década. Es más, empeoró levemente: en 2001 era de 14,1 por ciento.
Fuente: La Voz