Si estás intentando quedarte embarazada y te han diagnosticado una baja reserva ovárica, es probable que intuyas que algo no va bien. Pero no te alarmes. Se trata de un problema cada vez más frecuente debido al retraso de la maternidad. Y sí, afecta a la fertilidad, porque indica que el número de óvulos que potencialmente pueden madurar y ser fecundados está por debajo del nivel que se considera “normal”. Pero eso no significa que no puedas ser madre.
¿Cuál es la causa? La edad de la mujer es determinante, y la relación es inversamente proporcional: a mayor edad, menor reserva ovárica. ¿Cómo se detecta? Se puede averiguar fácilmente, basta con hacer una ecografía transvaginal, entre el tercer y quinto día del ciclo menstrual, para hacer un recuento de los folículos que contiene cada ovario, y un análisis de sangre, para conocer los valores de diversas hormonas: la hormona folículo estimulante (FSH), que libera la hipófisis y se ocupa de activar los ovarios, la hormona antimülleriana (AMH), que libera el propio folículo ovárico, y el estradiol. Estas dos últimas están relacionadas con el proceso de desarrollo de los óvulos. Un valor alto de la primera (FSH) indica una baja reserva ovárica baja, ya que su nivel aumenta cuando detecta que hay pocos óvulos. Y, al revés, un valor alto de la AMH y del estradiol, en general, indican una buena reserva ovárica, ya que es una señal de que hay muchos óvulos en proceso de maduración
¿Qué se considera una reserva ovárica baja? En general, un recuento igual o inferior a 4 ovocitos por ovario, o de 7 en total (sumando los de ambos ovarios) y niveles bajos de la hormona AMH (inferior a 1 ng/ml) son indicadores de baja reserva ovárica.
¿Cómo afecta a la fertilidad? Las posibilidades de quedarse embarazada utilizando los propios óvulos se reducen, pero lo que más influye al final es la edad. Si tienes una baja reserva ovárica, pero menos de 35 años, tus posibilidades son mayores que si tienes más de 40. Por ello, aunque todavía no te plantees ser madre, y tengas solo 30 años o menos, pide a tu ginecólogo/a que te haga una valoración, con el fin de que puedas planificar mejor la maternidad.