PUBLICADO: Nov, 6, 2013 12:01 am EST
Es un hecho: la gran mayoría de los bebés que nacen de madres mayores de 40 años nacen sanos. No obstante, los cuidados y la prevención deben intensificarse, pues también es cierto que los riesgos aumentan conforme aumenta la edad. Deterioro de la salud, disminución de la cantidad de óvulos y cambios en el sistema reproductivo femenino comienzan a aparecer después de los 35 años y pueden ser elementos adversos para un embarazo sano.
Mucho se ha dicho sobre el tema, pero lo cierto es que la maternidad es una decisión importante que debe ser tomada en el momento que cada mujer considera oportuno. No hay un momento ideal para salir embarazada. Hoy en día, aplazar el crecimiento de la familia es una necesidad, más que una elección, ante las exigencias de un mundo laboral exigente y competitivo.
Quizás la mayor ventaja de traer un hijo al mundo después de los 40 años es que, seguramente, usted ya alcanzó la superación profesional y personal que toda mujer espera. La madurez, la seguridad económica, la capacidad de tomar decisiones y la independencia son elementos importantes a la hora de formar un familia. Las madres en esta etapa suelen ser menos emocionales y más propensas a adaptarse a los cambios que implica la maternidad. Asimismo, suelen ser más seguras y toman decisiones más inteligentes.
De acuerdo con un estudio de la Revista de Asociación Dietética Estadounidense, en los cuarenta las mujeres tienen más claro cómo quieren enfrentarse a las distintas situaciones de la vida, entre ellas, ser mamá.
La principal desventaja de posponer la maternidad es que con el tiempo es más difícil la concepción. Después de los 35 años, la producción de óvulos se reduce y los que se producen son de menor calidad. Después de los 46 años la probabilidad de quedan encinta con óvulos propios es mínima, lo que hace necesario que la mujer acuda a métodos alternativos de fecundación.
También a esta edad aumentan las probabilidades de desarrollar problemas de salud que pueden afectar el desenvolvimiento del embarazo, como la hipertensión arterial, la diabetes y las cardiopatías. Las mamás mayores son más proclives a tener bebés de bajo peso, prematuros o, en pocos casos, con patologías cromosómicas.
Todos estos puntos en contra pueden resultar desalentadores, pero no determinantes. Muchas mujeres logran embarazarse con facilidad y sin complicaciones en la adultez con niños sanos y felices. Sin bien existen complicaciones, con un control riguroso durante el embarazo, los factores de riesgo se pueden reducir al mínimo.
Publicado en El Diario NY