Bigotes sospechosos en la piel…caso de trastorno ovárico

Infertilidad y problemas con la insulina, las alteraciones; el ovario poliquístico genera vello excesivo en la espalda, piernas y rostro femenino

CIUDAD DE MÉXICO, 15 de marzo.- Si bien toda la piel que recubre el cuerpo femenino tiene vello, aquel que se presenta en el rostro de forma excesiva tiene un origen, en 60% de los casos, en un trastorno ovárico.

De acuerdo con Abraham Martínez Ruiz, gineco-obstetra por el Instituto Nacional de Perinatología, el ovario poliquístico es uno de los trastornos más comunes en las gónadas femeninas.

“El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una condición clínica en la cual se involucran diversos factores, no sólo la presencia de quistes en el ovario, sino que también comprende: aumento de vello facial y corporal, ganancia de peso, ausencia de la menstruación, incapacidad para lograr embarazo y alteraciones en el metabolismo de los carbohidratos”, explica Martínez Ruiz.

El hirsutismo (o incremento de vello corporal) es una de las señales que permiten precisar a simple vista que existe alguna alteración en el organismo femenino.

“El origen del SOP es genético; es decir, no es una condición que se contagie o se adquiera por algún alimento o conducta.

Lo que sí ocurre es que son pacientes que tienen una sensibilidad genética para desarrollar diabetes e hipertensión”, advierte Martínez Ruiz, quien también es experto en Cirugía Reproductiva e Infertilidad por el Woman´s Hospital of Texas.

Síntomas

Existe una serie de signos y síntomas –de ahí el nombre de síndrome de ovario poliquístico– y la primera señal es la ausencia de ciclos menstruales o bien alteraciones en el mismo.

Asimismo, el aumento de peso es común, y el incremento en el vello facial y corporal, pero también el oscurecimiento de la piel en los pliegues de la nuca, bajo los senos, arriba de la cintura y en las axilas.

“El cambio de color en la piel femenina se conoce como acantosis nigricans, signo que habla de la resistencia a la insulina que se presenta en pacientes con este síndrome. Sin embargo, no todas las enfermas manifiestan dichos síntomas, por ello, no podemos diagnosticar a una mujer con ovario poliquístico por la presencia o ausencia de esos signos”, advierte el experto.

Ante este panorama, lo ideal es complementar el diagnóstico con un examen de ultrasonido de los ovarios, ya que éstos en un síndrome poliquístico generan la presencia de abultamientos.

Atención médica

El tratamiento debe ser enfocado, no solo a regular el ciclo de las pacientes, sino precisar el origen de dicha desregulación. Así, con tratar la resistencia a la insulina –fenómeno predominante en estas pacientes– el resto de los síntomas se corrigen.

“Es decir, se inicia un descenso de peso, los ciclos menstruales se regularizan, el vello disminuye notablemente y, en aquellas pacientes que se identificó la ausencia de ovulación, ésta se presenta en forma espontánea, y con ello también se logra un embarazo”, puntualiza Martínez Ruiz, director médico de Instituto Especializado de Infertilidad y Medicina Reproductiva.

El experto también asegura: el tratamiento es multidisciplinario: ginecólogo, obstetra, endocrinólogo, nutriólogo y médico del deporte, deberán participar activamente en el control del síndrome de ovario poliquístico.

No tratar el SOP conllevará diversas alteraciones: infertilidad, desarrollo de diabetes y/o hipertensión arterial, todo ello a muy temprana edad –existen casos desde los 40 años–.

Guadalupe Camacho – Fuente: Excelsior

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